Estas islas se hallan situadas a unas 30 millas náuticas frente a la costa de Castellón. Su extensión es de unas 19 hectáreas, si bien la mayor superficie de todas las islas corresponde a las 14 hectáreas de la Illa Grossa, que es la única isla que fue habitada permanentemente por los fareros o ocasinalmente por pescadores. Las otras islas son la Ferrera, la Foradada i el Carallot.
Actualmente esta declarada Reserva Marina.
El nombre de Columbretes deriva del latín Columbraria, nombre con que los primeros navegantes de estas aguas conocían estas islas, debido principalmente a la abundancia de serpientes que encontraron en ellas.
Estas islas fueron visitadas sólo por pescadores y piratas hasta mediados del siglo XIX en el que, con la construcción del faro se inició la colonización de las islas, que duró un siglo aproximadamente.
La solo presentaba una pequeña franja de tierra cultivable en la Illa Grossa ya que el resto era tierra volcanica.
Aunque esta era muy abundante en la pesca de pescado azul, langostinos, langosta y gamaba por lo cual era frecuente que las barcas de pesca de los puertos cercanos como el de Vinaròs fueran a pescar a ella.
Los últimos fareros, con sus familias, abandonaron las islas en 1975, con la construcción del faro automático, quedando las islas deshabitadas hasta la instalación de los primeros servicios de vigilancia a cargo de la Generalitat Valenciana en 1987.
Con el abandono de las islas, éstas se utilizaron como blanco en ejercicios de bombardeo de la marina y de la aviación.
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