Natura

dissabte, 27 de novembre del 2010

Desierto de Chamo

Desierto de el Gobi o Chamo


Con 1.040.000 kilómetros cuadrados de extensión el desierto del Gobi es el más grande del mundo. Se sitúa entre el norte de China y el sur de Mongolia. El desierto del Gobi es famoso, porque fue el primer lugar donde se encontraron restos de dinosaurio en el mundo. Históricamente el desierto estaba habitado por pueblos nomadas, pero actualmente han disminuido.
Durante la Edad Media, se habló de un fabuloso reino oculto (El Reino del Preste Juan) en una región desconocida de Asia.
“Los mapas medievales indican, en Asia, un misterioso país llamado el “Reino del Preste Juan”. Se extiende, geográficamente, desde el Turquestán hasta el Tíbet, y desde el Himalaya hasta el desierto de Gobi. El emplazamiento del lugar presenta curiosas analogías con el señor de Hiarchas El rey de los “Hombres sabios” (el Santo Maestro), descrito por Filostrato en su biografía de Apolonio de Tiana.
Se supone que pertenecía a la antigua descendencia de los reyes Magos citados en el Evangelio.
Este lejano país, estaba lleno de maravillas. El misterioso emperador lo regía con un cetro de esmeralda pura. Ante su palacio había un espejo mágico en el que el soberano podía ver todos los acontecimientos que ocurrían y no solo en las provincias de su reino, sino también en los países vecinos.
Dragones volantes transportaban rápidamente a los hombres por los aires a grandes distancias. Un “elixir de verdad” purificaba a todos los que lo absorbían, obligándolos a revelar su verdadera identidad. 
Esta era la razón por la cual los “espíritus impuros” no se atrevían, en el reino, a apropiarse del bien ajeno. 
La mayor atracción del país la constituía, probablemente, la Fuente de la Eterna Juventud
Cuando los hombres y las mujeres de bien deseaban ser rejuvenecidos, les bastaba observar un tiempo de ayuno y luego beberse tres sorbos de agua de la fuente. Desaparecían la enfermedad y la vejez y retornaban a los treinta años. Se dice que el propio Preste Juan prolongó su vida hasta la edad patriarcal de los quinientos sesenta y dos años.
Las “piedras del águila” eran no solo capaces de reforzar la agudeza visual, sino que podían asimismo hacer invisible a todo el que las llevara como anillo. Otras piedras mágicas podían calentar o enfriar toda sustancia, iluminar el paisaje hasta una distancia de 8 kilómetros, o bien sumir los alrededores en una oscuridad total. La entrada del santuario era guardada por dos ancianos, que solo dejaban entrar a los visitantes virtuosos. Una enorme torre de trece pisos se elevaba en la ciudad del Preste Juan. En el reino no había pobres, prevalecían en él la justicia, y se desconocían el crimen y el vicio.

La posición primitivamente atribuida al imperio del Preste Juan era en el emplazamiento del desierto del Gobi, donde vivía rodeado de montañas, en un palacio encantado. Si se pregunta a los iniciados que describían este paraíso del Norte llamado Dejung o Shambhala, la misteriosa ciudad de los Adeptos, contestarán que se halla en el corazón del desierto del Gobi. En la vieja arena del Chamo, el Antiguo Mar, está situado el Templo del Gobierno Invisible del Mundo
En 1184, el trovador y caballero del Temple Wolfram von Eschenbach escribió su Titurel 
(Titurel, según Albretch Von Scharfenburg, fue el abuelo de Parzival (Perceval o PARSIFAL), uno de los Caballeros de la Tabla Redonda o mesa redonda.
Este grupo de Caballeros residentes en Camelot bajo el reinado del Rey Arturo se dedicó con ahínco a la búsqueda del Castillo del Grial, más allá de la estéril Tierra Yerma.
De los muchos Caballeros que intentaron encontrar el Grial, sólo tres lograron su objetivo, y uno de ellos fue precisamente Parsifal (Perceval), el nieto del venerable Titurel)., en el cual condensó todas las leyendas del Grial. Sobrentendía que existía una relación entre el Grial y Asia, y lo describía como una piedra (und dieser Stein ist Gral gennant – Y esta piedra se llama Grial). ¿Hablaba de Shamabhala y de la piedra Chintamani? El trovador medieval aseguraba que Titurel había vivido quinientos años. Extraño paralelismo con la existencia del Preste Juan, que duró quinientos sesenta y dos años.
  
Parsifal llevaría a Asia la copa sagrada (o la piedra). “Así, vemos que las Sociedades Secretas desempeñaban un papel en la perpetuación de la curiosa fábula del Maestro de los Maestros.